martes, 15 de enero de 2013

Una década acarreando al rebaño


Empresario exitoso, personaje polémico, aficionado a las motocicletas y enemigo de los calcetines. Jorge Vergara es un tipo que ha sabido ingeniárselas para fundar una empresa pionera en el mercado de suplementos alimenticios, así como para llegar a ser dueño del equipo más popular de México.

En noviembre de 2002 Vergara se hizo socio mayoritario del Guadalajara, lo que le permitió ponerse al mando del equipo tras una década de la gestión de Salvador Martínez Garza y su Promotora Deportiva. El millonario tapatío llegó con un proyecto muy ambicioso para hacer del Guadalajara “el mejor equipo del mundo”, como él mismo se cansó de repetir.

Los fundamentos del proyecto Vergara siempre han buscado la superación y el progreso del equipo: trabajar en las fuerzas básicas para producir jugadores en casa, darle al futbolista una formación integral, así como basar la filosofía del club en un futbol ofensivo y atractivo. Sin embargo, donde el proyecto ha fallado una y otra vez es en cómo se ha ejecutado el plan: constantes cambios de timón, interrupción de procesos, malos tratos, medidas contradictorias y un sinfín de caprichos del propietario rojiblanco.

La era Vergara ha sido un periodo de claroscuros, de contrastes que no acaban de consolidar a un equipo sólido que mantenga un paso firme.

En diez años, Chivas ha conseguido un título de liga, ha ganado prestigio en Sudamérica llegando a instancias finales, ha exportado jugadores como ‘Chicharito’ Hernández, Carlos Salcido o el ‘Maza’ Rodríguez a equipos europeos, del mismo modo que ha nutrido a las selecciones mexicanas campeonas del mundo sub 17 con futbolistas como Patricio Araujo y Omar Esparza en 2005, y Carlos Fierro y Giovani Casillas en 2011. Eso sin olvidar la construcción de la nueva casa de Chivas: el moderno Estadio Omnilife.

Estos logros no estarían mal si Chivas fuera un equipo mediano, pero estamos hablando de uno de los grandes de México, el que tiene más títulos de liga (11) y el que presume tener más aficionados en el país. Como lo dijo Johan Cruyff, “Chivas ha perdido prestigio”, en referencia a que ganar un título por década, sólo una vez en 20 torneos cortos, no va con la etiqueta de equipo grande.

Uno de los sellos característicos de esta administración ha sido cambiar constantemente de director técnico. En su primera década, Jorge Vergara ha tenido 16 entrenadores diferentes, algunos en más de una estancia. Destaca el caso de José Manuel Chepo De la Torre, quien fue el único que pudo hacer campeón a Chivas en el Apertura 2006, siendo despedido al año siguiente. Poco después, Chepo le mostraría a Vergara que cesarlo fue un grave error al ganar dos títulos con Toluca y ser llamado a dirigir a la seleccionado nacional.

Así como ha dejado ir a entrenadores que más tarde han sido campeones (Daniel Guzmán, Benjamín Galindo), Jorge Vergara también ha contratado técnicos con un perfil contario el estilo ofensivo de Chivas como Raúl Árias, Paco Ramírez o Nacho Ambriz. Por supuesto, el equipo no se adaptó y tuvieron que hacer sus maletas en menos de un año.

Uno de los errores que más se le reprochan a Vergara fue quitar a José Luis Real de la dirección técnica de Chivas. Al llegar de las fuerzas básicas del club, El Güero Real entendía lo que Chivas necesitaba y llegó a conjuntar un equipo muy sólido. Si bien no logró un campeonato, Real llevó al Guadalajara por primera vez a la final de la Copa Libertadores; y en el Torneo Bicentenario 2010 consiguió el mejor inicio del futbol mexicano con ocho victorias consecutivas. Sin embargo, una racha de cinco partidos sin ganar fue suficiente para echar por los suelos el trabajo de dos años. Desde entonces, el paso errante de Chivas no ha parado.

Tras varios tropiezos, Jorge Vergara decidió realizar una fuerte inversión al contratar a Johan Cruyff como asesor del Guadalajara. La intención era que el holandés formara en Chivas una estructura similar a la que tanto éxito le ha dado al Barcelona. Se suponía que éste era un proyecto a largo plazo, sin embargo nueve meses después Jorge Vergara decidió darle las gracias a las Chivas holandesas. La razón: Vergara no soportó la crítica abierta de Cruyff hacia su gestión en Chivas ni hacia su temperamental comportamiento. Al final de cuentas, el paso de Cruyff por Guadalajara no sirvió más que para cambiar el campo del Omnilife a pasto natural.

Ahora se rumora que Jorge Vergara podría estar pensando en vender el equipo. Aunque no existe aún una razón clara del porqué el empresario mexicano estaría dispuesto a deshacerse de su activo más fuerte, las diferencias con la afición y los múltiples problemas que ha vivido el club fuera de las canchas, estaría orillando a Vergara a desprenderse de su capricho más grande.